No a los Combustibles Fósiles

Sin la acción directa, el cambio climático catastrófico será inevitable

Fragmento tomado con permiso de “Enfrentando la Realidad del Clima: Introducción a un proyecto” por Brian Heatley y Rupert Read de Green House. Publicado inicialmente en el 2017 antes del reporte especial de 1.5°C del IPCC de 2018

El título original era “El Cambio Climático Peligroso Ahora Es Inevitable”, Porque la pieza no considera un escenario con activistas que obligan un descenso rápido a cero emisiones de carbono. Si pensamos y actuamos afuera de la caja, podremos andar un camino como el que se muestra más abajo en morado


Nuestra primera premisa será que ahora ya es inevitable un cambio climático peligroso llevando al aumento de temperatura de 4°C para el 2100, a pesar del Acuerdo de París y conversaciones en torno a los 2°C. El propósito de esta sección será persuadirte para que lo veas.

No se trata solamente de que se haya elegido a un negacionista del cambio climático para la presidencia de los E.E.U.U. lo que nos persuade. Muy independiente de Trump, y la forma en la que otros de los grandes emisores como China reaccionan al libertarismo de emisiones de carbono que empuja los E.E.U.U., o si el Reino Unido post-Brexit se contendrá por los objetivos de la UE, el Acuerdo Climático firmado en París al final del 2015 no hubiera salvado al mundo.

Los encabezados dicen que, en Paris, las naciones del mundo accedieron a limitar el cambio climático a 2°C e incluso registraron su aspiración de mantenerlo dentro de los 1.5°C. 1.5° es sencillamente imposible, las temperaturas globales ahora exceden en 1°C los niveles pre-industriales, y un calentamiento limitado a 1.5°C ahora resulta, aun si no se emitieran más gases de efecto invernadero, híper-imposible.1

Pero París no contendrá la elevación en 2°C, incluso si el presidente Trump resultara ser un ambientalista ferviente. Para notar esto hay que ver de qué se trataba el Acuerdo de París en realidad. Paris equivale a una serie de “Contribuciones Pretendidas Determinadas Nacionalmente” (INDCs por sus siglas en inglés) unilaterales de países individuales. Los países de la UE (incluyendo al Reino Unido), por ejemplo, han prometido una reducción colectiva al 40% de las emisiones domésticas de gases de efecto invernadero para el 2030. China dice que sus emisiones lograrán su cenit en el 2030 como mínimo, y que reducirá entre el 60-65% la densidad de carbono del PIB anterior a los niveles del 2005 para el 2030. Los E.E.U.U. se han fijado la meta de reducir las emisiones de gases de efecto de invernadero netas entre el 26 -28% a los niveles anteriores del 2005 para el 2025. Y además, un total de 185 países que abarcaban el 94% de las emisiones del mundo pactaron tales promesas.

El pequeño efecto de París puede verse en la gráfica inferior. La línea azul en la izquierda muestra lo que ha sucedido hasta el 2010. La pequeña línea roja del 2010 al 2030 muestra las expectativas derivadas sin París. La línea creciente en color verde demuestro lo que se esperaría si París se implementa por completo. No, no es diferente.

Paris no hará una gran diferencia.

Emisiones Mundiales de Gases de Efecto Invernadero Históricas y Proyectadas 1950-2100

Construcción del autor basándose en (UNCC 2015 [^2], p. 11) combinada con (IPCC 2014)

Para ver que incluso ahora el objetivo de 2°C es imposible, podemos usar los estimados del IPCC que indican que para permanecer dentro de los 2°C no se pueden emitir más de un equivalente a 1000 gigatoneladas de CO2 Después del 2010 (IPCC 2014, 10). Actualmente agregamos a ese inventario a una tasa de aproximadamente 50 gigatoneladas al año (ver gráfica). Incluso manteniendo los compromisos de París continuaremos emitiendo más de 50 gigatoneladas al año durante los próximos 20 años, lo cual equivale a 1000 gigatoneladas. La información va en contra de todo lo que sabemos acerca de la longevidad de la inversión en infraestructura energética y el funcionamiento de la economía si se supone que las emisiones sencillamente frenarán al unísono para los 2040s, especialmente en las economías en crecimiento. Así que los 2°C serán rebasados sustancialmente.

Incluso si en el 2020 empezara un programa radical de reducción de emisiones, y que pretendiera ir más allá de las pretensiones del acuerdo de París, debería lograr cero emisiones para el 2040 para mantenerse dentro del límite de los 2°C (la línea morada de la gráfica). Esto se debe a que para el 2020 se deberá agregar los 10 años de emisiones que le siguieron al 2010 a tasa de 50 gigatoneladas por año, habiendo acumulado 500 gigatoneladas. Por lo tanto, a partir del 2020 sólo quedaran 500 gigatoneladas que podríamos usar (1000 – 500 = 500 gigatoneladas). Si quisiéramos una reducción a cero emisiones para el 2040, tendríamos 20 años para lograrlo con un promedio de emisiones de 25 gigatoneladas (porque empezamos en 50 gigatoneladas al año en 2020 y reducimos a 0 para el 2040). Tenemos que 20 años a 25 gigatoneladas por año equivalen a las 500 gigatoneladas. Cero emisiones para el 2040 sencillamente no sucederá.

Entonces, ¿qué pasará? Seguramente, la premisa mucho más optimista que podríamos adoptar basándonos en los acuerdos políticos actuales y acciones a través del mundo es que las emisiones continuarán subiendo después del 2030, con suerte se nivelarán más entrado el siglo, aunque esta sea mucho más esperanza de lo que pueda aceptar la experiencia. Este escenario se representa a grandes rasgos en la curva naranja de la gráfica, que está asociada a un aumento de 3-4°C. Esto lo sustenta un reporte nuevo (noviembre 2016) del Programa Ambiental de la ONU que estima que nos dirigimos hacia un incremento del calentamiento global en 3.4°C considerando la implementación del Acuerdo de París, (UNEP 2016, pag xi) simultáneamente, uno de los autores del reporte lo predijo mientras se alcanzaba el Acuerdo de París a finales del 2015. De forma más realista, quizás tengamos la expectativa que, sencillamente, el futuro reflejará el pasado y que las emisiones describirán el trayecto de la línea en azul claro que asciende, la cual representa el escenario ”Business As Usual” (sin cambios), donde la temperatura aumenta en un rango de 4-5°C.

Así que debemos asumir de que el nivel de ascenso de la temperatura global asociado con continuar el trayecto actual y limitando las emisiones a los niveles actuales, tendremos un aumento mínimo de 3-4°C para el 2100 y lo más probable es que sea de 4-5°C, sabemos que sucederá. Este estimado está *muy sesgado del lado del optimismo: *

  • Agregado de No a los Combustibles Fósiles al texto original: Conforme (necesariamente) reduzcamos la quema de combustibles fósiles, limitaremos las partículas de aerosoles que templan el calor se estima que actualmente esconde entre 0.5°C-1.1°C de calentamiento.
  • Este análisis está basado en estimaciones cautelosas y consensadas del IPCC. Muchos expertos individuales son mucho más pesimistas, o sostienen un mayor pesimismo acerca de los efectos de un aumento particular de temperatura, por ejemplo, en la elevación del nivel del mar;
  • depende de la adhesión de los países al Acuerdo de París. Después de la elección de Trump, un futuro incierto para la Unión Europea y la elección de Bolsanaro en el 2018 en Brasil, esto parece aumentar su improbabilidad;
  • asume que después del 2040 las emisiones empezarán a tomar un camino hacia abajo, incluso si París funcionara, las emisiones seguirían elevándose fijamente hasta entonces;
  • sólo nos lleva al 2100 y continuará calentándose más después de eso, incluso aunque no hubiera más emisiones. El océano profundo podría tardar siglos para responder completamente al calentamiento de la tierra;
  • no considera en sus proyecciones efectos de retroalimentación de alta probabilidad tales como:
    • las consecuencias de la liberación del metano atrapado en la tundra o debajo de los océanos causado por el aumento en las temperaturas, o
    • la pérdida de carbono en la atmósfera que actualmente está resguardado en la turba y suelos debido a la reducción de lluvias
    • el hecho de que el hielo del Ártico se derrite y aumenta la absorción del calor en el océano en lugar de reflejarlo;
  • asume que nuestros modelos climatológicos son precisos, aunque en realidad sólo han sido probados en un rango relativamente angosto. Cualquier situación compleja no-lineal puede arrojar sorpresas, incluyendo cambios repentinamente rápidos, y cambios en la dirección opuesta deberían estar en la expectativa. Debemos de sospechar sobre los “desconocidos desconocidos” y bajo tales condiciones de incertidumbre estar preparados para adoptar medidas excepcionales para evitar el peor caso.

  1. King 2016. King and Henley, We Have Almost Certainly Blown the 1.5-Degree Global Warming Target, revisada el 23/11/16 ↩︎


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